Por su naturaleza los niños desde muy pequeños juegan y a través de esta práctica logran conocerse a sí mismos y el mundo que los rodea, por lo que nos podemos dar cuenta que tanto el juego como el aprendizaje van de la mano desde los primeros meses de vida del ser humano.
Los niños juegan por instinto, es decir, inconscientemente, ellos juegan por una necesidad interior, no por una obligación.
Cuando el niño juega esta fomentando el desarrollo de sus estructuras intelectuales, además el hecho de tener la posibilidad de sociabilizar en el juego hace que puedan conocer nuevas cosas y abrir su mundo incorporando un mayor número de símbolos y así estructurarlo de una manera más completa, y desarrollar otras estructuras como son: física, síquica y cognitiva, por lo que podemos decir que "niño que juega , niño que aprende".
El juego es una instancia donde el niño puede expresarse al máximo, dejando aflorar así sus deseos y experiencias, por lo que también podemos llegar a evaluar a este y ayudarlo si es que presenta alguna dificultad.
Por otro lado podemos considerar que el juego es la mejor manera de llegar a los niños, por lo que antes que todo debemos preocuparnos de estimularlos de una manera adecuada para así tener un desarrollo normal.
Sabiendo esto, como futuros profesionales podemos idear un sin número de actividades para motivar y estimular a los niños y así aprendan jugando.
jueves, 11 de junio de 2009
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